A estas alturas sobra decir que el Club Baloncesto Adareva
Tenerife está teniendo una envidiable racha en su primera etapa en la
Liga Femenina 2. A base de esfuerzo y trabajo el equipo dirigido por
María Sosa ya ha logrado su principal objetivo: la permanencia en la
categoría. Una de las jugadoras que ha contribuido a que el club
amarillo obtenga buenos resultados en cada jornada es Laura Fernández.
Se trata de una de las referencias del equipo, en los 29:50 minutos que
tiene de media por partido promedia 9.6 puntos, captura 3 rebotes y
reparte 1.5 asistencias para una valoración de 5.5 puntos. Entre sus
principales cualidades destacan su buena lectura de juego, carácter,
velocidad y experiencia. En Zona 2-3 hemos podido conversar con
la tinerfeña, que se muestra orgullosa de que el Adareva esté entre los
primeros puestos de la tabla clasificatoria.
Fernández dirigiendo el juego durante un partido | Foto: CB Adareva |
¿Cómo fueron sus comienzos en el baloncesto?
Desde pequeña iba a ver a mi hermana
jugar y desde ahí fue creciendo mi interés por el baloncesto. Comencé en
el colegio La Salle y allí fue donde este deporte se transformó en mi
pasión. Era una niña muy activa por lo que no sólo practicaba baloncesto
sino que también jugaba a más deportes.
¿Cuál es el mejor consejo que le han dado para practicarlo?
Que siempre disfrute con lo que haga.
¿Cuál es su mejor recuerdo dentro de una pista? ¿Y el peor?
Me cuesta mucho elegir un recuerdo bueno
de entre muchísimos que tengo relacionados con el baloncesto pero si
tuviera que elegir uno me quedaría con el campeonato de España categoría
Infantil al que acudí con el Symel Isla de Tenerife. Es un recuerdo
maravilloso de un grupo de amigas que jugaban a baloncesto y sin darse
cuenta se llevaron la medalla de oro.Como peor recuerdo, o peor
experiencia me quedo con la lesión de rodilla que sufrí cuando tenía 19
años. Fue un año duro para mí aunque siempre me sentí muy arropada por
la gente.
Defiende el dorsal 4, ¿se debe a algún motivo en especial?
Pues la verdad que no recuerdo porque
comencé a llevarlo pero siempre he intentado cogerlo en todos los
equipos. Se ha convertido en algo mío.
¿Qué motivos le impulsaron a incorporarse al Adareva Tenerife y qué es lo que más destacaría del club?
Me dieron la oportunidad de incorporarme
al nuevo proyecto cargado de ilusión que comenzaban en esta liga y no
la rechacé. También he vuelto a reencontrarme en la cancha con antiguas
compañeras y ha sido un placer. Del club destaco las ganas y la ilusión
que le ponen a todo lo que hacen.
¿Cómo se está sintiendo en el combinado? ¿Qué le aporta dentro y fuera de las pistas?
Me encuentro muy cómoda y tranquila
aunque al principio me costó adaptarme al tipo juego que hacemos. Dentro
de la cancha intento dar lo mejor de mí para ayudar a mis compañeras y
fuera aporto a algunas bromillas en los viajes -comenta entre risas-.
¿Qué opina de la filosofía de juego de su entrenadora, María Sosa?
Me gusta mucho su forma de ver el
baloncesto, siempre buscando el toque creativo y espontáneo de cada una.
Es un tipo de juego que parte de conceptos y a partir de ahí los
movimientos son libres.
El Adareva ha tenido un buen
inicio de la temporada y está manteniéndose favorablemente en la
competición. ¿Cuáles están siendo las claves para ello?
La clave está en el trabajo que
realizamos cada día en los entrenamientos. El cuerpo técnico es muy
exigente y siempre buscan que mejores y perfeccionemos los aspectos
desde la técnica individual hasta los colectivos. También es muy
importante el esfuerzo, las ganas y la ilusión que le ponemos a los
partidos. Siempre nos ayudamos entre todas haciendo de nuestro grupo un
bloque que cuesta atravesar. Remamos todas en el mismo sentido.
Hemos entrevistado a algunas de
sus compañeras y todas coinciden en que existe un buen ambiente en la
plantilla. ¿Qué puede comentarnos al respecto?
Es cierto, creo que un buen ambiente en
el equipo ayuda muchísimo a tener resultados favorables porque al final
te encuentras cómoda tanto dentro como fuera de la cancha. Para nosotras
eso está siendo un plus al trabajo que realizamos.