La escolta zaragozana Isabel Vara de Rey se ha convertido en una
de las representantes españolas que compiten en la NCAA durante la
presente temporada. Tras haberse formado en el Segle XXI decidió
continuar su carrera profesional en Tenerife, jugando en el último
ejercicio en las filas del Ciudad de los Adelantados de Liga Femenina 2.
Sus buenas cualidades sobre el parqué hicieron que se le presentase la
oportunidad de volver a hacer las maletas para marcharse a emprender una
nueva etapa con las Idaho State, donde admite sentirse cómoda. A pesar
de ser freshman se ha ganado la confianza de su entrenador, Steon
Sobolewski, y hasta ahora ha podido participar en un total de 27
encuentros para hacerse con un buen promedio de 6.4 puntos, 1.8 rebotes y
1.3 asistencias.
Vara De Rey está viviendo su primer año en la NCAA | Foto: Idaho State |
¿Cómo le surgió la oportunidad de iniciar su aventura en la NCAA?
Gracias al apoyo de mis padres y de Daniel Montoliu que hizo de puente entre España y Estados Unidos.
¿Qué recuerdos tiene de su
llegada a la Universidad de Idaho y su primer entrenamiento con el
equipo? ¿Le ha supuesto algún problema el inglés?
Recuerdo que todo me parecía muy de
película. El primer entrenamiento fue muy intenso y disfruté mucho
aprendiendo cosas nuevas. Respecto al inglés no me supuso ningún
problema ya que mis padres se preocuparon de que lo aprendiera desde
pequeña y tengo un buen nivel de inglés. Aunque al principio con la
terminología baloncestística estaba un poco perdida, pero enseguida cogí
el ritmo.
¿Qué opina de la filosofía de juego de su entrenador, Seton Sobolewski?
Opino que es un excelente entrenador y
que sabe lo que hace. Inspira mucha confianza en sus jugadoras y te
motiva para que sigas mejorando continuamente.
¿Cómo vivió su debut oficial en la competición?
He de confesar que estaba un poco
nerviosa al principio. Mucha gente asistió al partido y era una
responsabilidad no decepcionar a esas personas. Pero una vez dentro de
la pista sólo pude disfrutar del momento y jugar al deporte que me
apasiona.
En cada liga europea se juega de
forma diferente y allí también será distinto a lo que estaba
acostumbrada en la temporada pasada en la Liga Femenina 2. ¿Le ha
costado adaptarte al estilo de juego de la NCAA?
No me ha costado mucho adaptarme al nivel de juego americano. Al ser más físicas hace que se permita más el contacto.
¿Qué ambiente predomina en el vestuario del Idaho State?
La verdad es que he tenido mucha suerte en este sentido, el equipo está muy unido y nos apoyamos mutuamente en todo momento.
¿Qué es lo que más resaltaría de su conjunto?
La forma de trabajar, con seriedad, exigencia y un gran respeto.
¿Qué valoración hace de la temporada a nivel colectivo realizada hasta el momento? ¿Y a nivel personal?
La temporada ya está llegando a su fin.
En dos semanas es el Big Sky Tournament y nos tendremos que ver las
caras con el resto de los equipos de la conferencia para ver si
conseguimos el anillo de la NCAA. A nivel personal estoy bastante
contenta. Siendo una freshman (jugadora de primer año) el
entrenador ha depositado mucha confianza en mí dándome muchos minutos de
juego. Pienso que estoy respondiendo bien a sus expectativas aportando
cosas positivas al equipo.
¿Qué significaría para usted alcanzar el anillo?
Para mí el anillo sería conseguir un mérito deportivo a nivel nacional que sinceramente me pondría los pelos de punta.
¿Cómo se definiría cómo jugadora?
Soy una jugadora muy polivalente tanto a
nivel defensivo como ofensivo. Y tengo muy claro que para ser una gran
jugadora tengo que dedicarle muchas horas.
¿Qué es lo que más ha aprendido en estos meses?
Lo que más he aprendido es a ser dura.
Hay que tener una gran capacidad de sacrificio y trabajar muy
intensamente si se quiere jugar a este nivel deportivo.
¿Cuál es su mejor recuerdo en la competición hasta la fecha?
Mi mejor recuerdo fue cuando estábamos
jugando en Texas e íbamos perdiendo de dos contra South East Missouri.
Tuve el acierto de meter el triple ganador en el último segundo sobre la
bocina consiguiendo así la victoria para mi equipo por un punto. Fue
una sensación impresionante y más aún porque ese fue el primer partido
que ganamos.
¿Puede contarnos un poco cómo es su día a día en Idaho?
Básicamente es ir a clases por las
mañanas y entrenar por las tardes. Aquí en Idaho State hay una gran
variedad de nacionalidades, con lo que es divertido ir conociendo a
diferentes personas de cualquier parte del mundo.
Entre todas las diferencias
culturales, gastronómicas o sociales que hay entre España y Estados
Unidos, ¿cuál es la que más le ha sorprendido?
Obviamente ¡nada como la comida
española, está claro! Probablemente, los horarios de las comidas es lo
que más me ha extrañado. Desayunos a las 9am, comida a las 12pm y cena a
las 5pm. ¿Qué haces después si tienes hambre, vuelves a cenar?
¿Qué hacen en Estados Unidos para que se pueda compaginar mejor los estudios con el baloncesto en comparación con España?
La principal razón por la que funciona
es porque todo el mundo está mentalizado de que el deporte es
importante. Desde que son pequeños, los americanos le dan al deporte una
importancia vital. Cuando están en el instituto están acostumbrados a
practicar uno o más deportes a alto nivel. Por este motivo, los
profesores son totalmente comprensivos con cualquier ausencia por
deporte e incluso te animan y van a tus partidos o te envían mensajes de
ánimo. En Estados Unidos han sabido compaginar los estudios con el
deporte. En cambio en España si te dedicas al deporte de alto nivel es
muy difícil sacar adelante los estudios.
Imagino que lo primero que le vendrá a la mente es su familia pero, ¿qué es lo que más extraña? ¿Echa de menos Tenerife?
Por supuesto que echo mucho de menos a
mi familia. Cuando estás lejos te das cuenta de todo lo que aprendes en
casa y les estoy muy agradecida por todo el apoyo que me dan a pesar de
la distancia. También extraño la comida. Por otro lado, el clima. Me
hacía mucha ilusión vivir en un sitio donde viese nevar mucho y pudiese
hacer muñecos de nieve. Pero cuando estás a 17 grados bajo cero ya no es
tan divertido. ¡Qué frío!
Tras esta experiencia que puede llegar a durar 4 años, ¿qué tiene en mente tras acabar en USA?
De momento pienso en el presente. Nadie
sabe qué es lo que va a pasar en el futuro ni cómo van a terminar
transcurriendo las cosas. Los estudios los estoy orientando hacia la
fisioterapia que me parece una opción muy atractiva.
Cada vez la NCAA centra su
atención en las jugadoras de nuestro país. ¿Qué consejo le daría a
aquellas que tienen la oportunidad de cruzar el charco y se muestran
indecisas?
Mi consejo es que se lancen. Que no
tienen que tener miedo, que en USA van a vivir una experiencia
inolvidable que les va a ayudar, definitivamente, a crecer como
personas. A mí me ha resultado fácil porque soy una persona sociable que
he vivido en varias ciudades en España y realmente no tengo problemas
con el inglés.
Para finalizar, ¿qué significa el baloncesto para usted y cuál sería su sueño como jugadora?
El baloncesto ha formado parte de mi
vida desde que era pequeñita. Es una parte esencial en mi día a día y
quiero llegar lo más lejos que me sea posible.
Conociendo mejor a Isabel Vara De Rey
Mayor afición fuera del deporte: Tocar la guitarra.
Una canción: Cold Cooffe – Ed Sheeran.
Una película: Los Chicos del coro.
Un libro: 1984, de George Orwell.
Un sitio para perderse: Bora Bora.
Algún referente en el terreno deportivo: Diana Taurasi.
Alguna manía antes de los partidos: Ninguna.
Una canción: Cold Cooffe – Ed Sheeran.
Una película: Los Chicos del coro.
Un libro: 1984, de George Orwell.
Un sitio para perderse: Bora Bora.
Algún referente en el terreno deportivo: Diana Taurasi.
Alguna manía antes de los partidos: Ninguna.