A veces la vida y el baloncesto nos enseñan que los sueños
pueden hacerse realidad si junto a la esperanza uno trabaja al máximo
para cumplirlos. Ese es precisamente el caso de Edy Walter Samuel
Tavares Da Veiga, que ha pasado de ser un desconocido a uno de los
jugadores más brillantes de la Liga Endesa y con un futuro prometedor
por delante. El jugador de Cabo Verde aterrizó en Gran Canaria con el
objetivo de ayudar a su familia y encontrarse a sí mismo cuando menos lo
esperada. El pívot acabó formando parte del Herbalife Gran Canaria en
la máxima competición durante tres temporadas, en las que se convirtió
en uno de los baloncestistas más valorados del combinado amarillo y en
uno de los más destacados de la Liga Endesa. Sus buenas cifras unidas a
sus cualidades hicieron que en el ejercicio pasado la prestigiosa NBA
fijase su atención en él hasta llegar a ser escogido en el Draft por los Atlanta Hawks, franquicia con la que está viviendo su primera etapa en la prestigiosa liga estadounidense.
El jugador se muestra feliz de permanecer a la franquicia de Atlanta | Foto: NBA |
¿Qué ha significado para usted dar el gran salto a la NBA?
Para mí fue un sueño hecho realidad y
también para mi gente de Cabo Verde, porque no quiero dejar de
evolucionar como jugador y vivir experiencias.
¿Qué le pasó por la mente cuando le escogieron los Atlanta Hawks en el Draft?
Por la cabeza me pasó todas las horas que le eché para llegar a aquel día. Mucha emoción y felicidad por subir un escalón más.
¿Cómo vivió el debut con el
equipo en el amistoso frente a los Cleveland Cavaliers? ¿Qué sintió
cuando su entrenador te sacó del banquillo?
Primero quería ver a LeBron James
-comenta entre risas- parecía un pueblo entero en vez de un alero de lo
grande y fuerte que es. Yo sólo esperaba mi oportunidad y cuando
estuviera ahí jugar con energía y salir del terreno de juego alegre.
¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de la NBA? ¿Hay
algún jugador al que admire y con el que se haya enfrentado o
simplemente encontrado?
Lo eficiente que son trabajando y que
tratan a los jugadores como a un rey. Sí, a Marc Gasol. Lo admiro mucho y
el día que lo conocí habló conmigo como si me conociera. Para mí eso
significo mucho.
¿Qué destacaría de la filosofía de juego de su entrenador, Mike Budenholzer?
Me gusta. Buena porque es un baloncesto europeo con muchos pases y en el que está sólo tiene toda la libertad de tirarla.
¿Cómo es su relación con sus compañeros de equipo? ¿Con cuáles se lleva mejor?
Pues con todos porque es una familia y
estoy rodeado de buenas personas. Pero me llevo más con Tiago Splitter,
Al Horford y el entrenador -comenta entre risas-, los que hablan
español.
¿Qué valoración hace del trabajo que ha desempeñado el club hasta ahora?
Buena porque siempre jugamos para ganar.
Aunque hay veces que se gana, hay otras que se pierde, pero la ambición
siempre es de igualar o superar.
¿Está satisfecho con su rendimiento personal?
Nunca estoy satisfecho con mi
rendimiento porque siempre pienso que lo puedo hacer mejor y no me pongo
límites. Vamos poco a poco, ahora mi meta es jugar y después me pondré
otras.
A través de las redes sociales
vemos que sigue desde lejos a tu exequipo, el Herbalife Gran Canaria.
¿Qué le parece la temporada que está haciendo?
Muy bien, cada año da un paso hacia
delante. Ya no somos un equipo cualquiera, somos uno de los mejores de
España. Es el equipo de mi corazón, me dio todo y amo a los aficionados
del club porque quieren mucho al equipo.
Por último, ¿qué mensaje le gustaría transmitirle a todos sus aficionados?
¡Muchísimas gracias por apoyarme en lo
malo y en lo bueno! Decirles que estoy luchando por mis sueños y espero
que ellos también estén haciendo lo mismo.