14 jul 2014

Breve clase de periodismo para dummies


Sé que a muchos lectores de este blog  y personas en general no les hace falta lo que voy a explicar a continuación, pero hay una minoría a la que sí le aplica bastante debido a que creen saberlo todo acerca del periodismo cuando no es así. Yo todavía no soy periodista, pero si estudiante de Periodismo y por ello me afecta directamente la concepción equívoca que tiene un sector de gente en cuestiones básicas como saber diferenciar una noticia de un artículo de opinión.

Empezaré explicando lo que debería resultar más evidente: ¿qué es un artículo de opinión? Un texto en el que su autor ofrece su opinión sobre un determinado tema, eligiendo para ello el tono, la seriedad, el léxico que se emplea, etc. El pensamiento que el texto refleja solo le pertenece al autor del mismo, nunca al medio de comunicación en el que se haya publicado, a no ser que se trate de un editorial (que es un artículo periodístico no firmado que presenta un análisis y juicio sobre una noticia de gran relevancia que hace visible la línea ideológica y la postura del medio de comunicación sobre el asunto en cuestión).

Por lo contrario, una noticia es un informe que se divulga normalmente en un medio de comunicación acerca de un hecho o suceso reciente. En este género, debe emplearse un léxico lo más neutro posible. Una de las primeras cosas que mis profesores me enseñaron en la universidad es que la objetividad en el periodismo no existe por el simple hecho de que las personas somos subjetivas y tenemos diferentes interpretaciones acerca de las cosas. No obstante, lo que sí existe es la capacidad para intentar ser lo más neutral posible a la hora de abordar un tema. Pero es evidente que esta habilidad nunca se emplea en un artículo de opinión por la obviedad de que es de opinión.

¿A qué viene toda esto que parece haber salido de un episodio de Barrio Sésamo? Pues a que estoy harta de que ciertas personas ignorantes desprestigien tanto lo que hago yo y  los profesionales del gremio periodístico. Está bien que las personas muestren sus propias preferencias respecto a lo que aparece en los medios de comunicación de masas, pero eso no es una excusa para criticar a las personas que forman parte de ellos y que solo cumplen con su labor. Si a mí me da la real gana de escribir un artículo de opinión titulado “Un toro llamado Pau Gasol”, pienso hacerlo aunque existan personas que piensen que haberlo llamado así es un lamentable juego de palabras. Si a mí me da la impresión de que es acertado porque Gasol es español y el toro es una de las muchas marcas de España -y encima el jugador de baloncesto acaba de fichar por un club llamado Toros de Chicago (V.O Chicago Bulls)-, lo usaré a sabiendas de que cada persona es un mundo y puede o no gustarle . Es mi artículo de opinión y punto, no obligo a nadie a que lo lea ni a que comparta mi juicio de valor. Y me alegraré tanto si un individuo se halla conforme o no sobre el mismo, pero pueden ahorrarse comentarios ofensivos que no me dañan a nivel personal porque no me siento aludida. Ese tipo de observaciones, además, solo sirven para evidenciar la mala educación que algunos sujetos tienen y su afán por injuriar.

Dedicado con cariño a todas las personas que muestran faltas de respeto, creyendo ser superiores que el resto de las demás (ajo y agua colegas, no siempre tienen la razón).