Describirme a mí misma se me da demasiado mal, pero creo que todo podría resumirse en la frase “no soy nadie”. Soy una persona cualquiera que, como muchas, se ha dedicado a escribir de forma regular en numerosas libretas sus pensamientos y reflexiones. Siempre he pensado que tengo muchas cosas que decir, sin embargo, no he tenido el honor de ser escuchada por nadie- tal vez sea porque no me toman en serio por mi edad, quizá mi visión de la vida no interesa o que, simplemente, soy insignificante e invisible ante los demás-. No obstante, tomé la determinación de crear este blog como un desafío para mí misma, para apreciar si realmente hay alguien que se moleste en leer lo que escribo.
Y, a día de hoy, gracias a las estadísticas que esta plataforma posee, puedo afirmar que los resultados han sido gratificantes. A lo largo de mi corta existencia me he sentido constantemente incomprendida, tal vez por ir a contracorriente de lo que se denomina “normal” en esta efímera y superficial sociedad en la que vivimos. No me gustan las etiquetas, los prejuicios, la intolerancia y las injusticias. No me dejo llevar por los cánones establecidos, prefiero ser yo quien tome las riendas de mi propio pensamiento y quien juzgue lo que está bien o mal, la que distinga lo correcto de lo incorrecto.
Gracias por cederme su valioso tiempo y adentrarse en mi pequeño rincón, caracterizado por mi perspectiva social. Está cordialmente invitado a dejar sus comentarios siempre que lo desee, ya sea ofreciendo sugerencias, críticas o valoraciones positivas. No obstante, aviso que solo acepto críticas constructivas que puedan aportar mejoras a mi blog, en el caso de comentarios injuriosos, los ignoraré o directamente borraré.
Me llaman Loida, y soy una aspirante a periodista con tantas cosas que decir que tengo miedo de callarme por si aparecen repentinamente subtítulos.
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