31 dic 2012

Efectos secundarios de ver televisión

¿Perderte un programa es la mayor tragedia de tu vida? ¿La televisión se ha convertido en un miembro más de tu familia? ¿Piensas que tal vez tengas un grave problema? Para saber si es verdaderamente un teleadicto, hemos realizado una lista de efectos secundarios acerca de la sobreexposición televisiva. Le rogamos que preste atención y que medite en las posibles coincidencias con su caso.


–La televisión es su único entretenimiento. Lo primero que hace cuando llega a su hogar es poner la tele y echarse en el sofá. Se pasa horas mirando, concentrado, la pantalla mientras su programa favorito le hace reír. Es consciente de que tiene que hacer cosas importantes, pero la televisión ha adquirido un efecto hipnótico que le impide levantarse y que le obliga a hacer todo lo que mande, incluido ese “no te levantes, volvemos enseguida” ante el parón publicitario. 
–Es cada vez más antisocial. Sus amigos te invitan a salir de su casa con un plan aparentemente perfecto, pero prefieres rechazar la invitación y quedarte viendo ese programa tan divertido y entretenido que van a dar. Poco a poco vas perdiendo la facultad de tener una conversación con alguien, y tus amigos dejan de llamarle porque saben que prefieres quedarte viendo la televisión antes de vivir fuera de una pantalla. 
–Ha subido de peso. Al tratarse de una actividad totalmente sedentaria, conlleva la ausencia de ejercicio físico. Además, lo más habitual es que en las horas de la comida, nos alimentemos frente al televisor. 
–Sus modales han cambiado. Las personas que pasan horas viendo televisión suelen, a menudo, imitar lo que ven. De esta manera, ven como algo normal tener una mala educación, insultar a las personas que no comparten sus mismas ideas u opiniones, faltar el respeto constantemente, emplear un vocabulario vulgar, grosero y soez, interrumpir a las personas en medio de una conversación, etc.
Banalización de la violencia. En la mayoría de las películas emitidas en televisión, se presenta el mundo como un cúmulo de acciones violencias, en las que hasta los buenos tienen que recurrir. En consecuencia, las personas se acostumbran a la brutalidad y la ven como algo normal en nuestra sociedad, cuando no lo es. 
–Ha perdido imaginación. La televisión lo da todo hecho, las secuencias se suceden unas a otras, por lo que no es necesario que pensemos en qué va a pasar.

Si tiene alguno de estos síntomas citados no se preocupe, le recomendamos que inmediatamente apague su televisor y que acuda al centro de desintoxicación más cercano.