El Araski AES ha protagonizado una temporada impresionante. El
conjunto dirigido por Madelén Urieta ha trabajado con afán para acabar
en el segundo puesto de la tabla clasificatoria. Podríamos haber
entrevistado a cualquier jugadora perteneciente a la plantilla, por su
entrega, trabajo e implicación. Sin embargo, hemos
optado por conversar con Sara Ortega, quien -por circunstancias de la
vida- no ha podido participar directamente junto a sus compañeras. Sin
embargo, ha vivido desde muy cerca el trabajo realizado al ocupar el
cargo de delegada del equipo y ofrece una interesante visión al
respecto.
Ortega destaca la labor del Araski dentro y fuera de las pistas | Foto: Julio Roca |
De su caso me ha llamado mucho
la atención que no te conformaste con ser una simple víctima de una
enfermedad, sino que diste un gran paso para ser una superviviente y ni
siquiera te perdiste un partido del combinado en Mendi. ¿Cómo has
conseguido alcanzar una fortaleza tan grande en esos momentos tan duros?
La verdad es que tampoco me ha costado
porque al final es algo con lo que no puedes estar sin ello, con lo cual
tienes que sacar fuerzas de donde sea para estar, por lo menos, en la
mayoría e ir. Al final como las compañeras y los entrenadores lo hacían
fácil, la verdad es que no me ha costado mucho.
He leído declaraciones en las
que comenta que durante muchos momentos pensaste que el baloncesto se
había acabado. ¿Qué siente ahora que has comprobado que ese pensamiento
era un espejismo y hasta has vuelto a incorporarte poco a poco en los
entrenamientos y juego con el equipo?
Depende de qué momentos tengas piensas
muchas cosas que luego, en realidad, te das cuenta de que no eran tan
importantes. Entonces, la verdad es que mucho alivio.
Resulta evidente que te va a costar un gran trabajo volver a alcanzar al estado de forma que antes. ¿Cómo lo está llevando?
Bastante bien. Empecé a entrenar y luego comencé a jugar con el nacional filial.
¿Qué mensaje le transmitiría a las personas que estén pasando por situaciones similares a la que vivió?
Que no se queden en casa, no lo piensen y
que lo tienen. Por eso, como solo se quita con una forma -la
quimioterapia-, es lo que tienes que pasar. Hay dos formas de llevarlo:
puedes quedarte en casa y estar pensando todo el rato o salir en la
medida de lo que se pueda y estar bien desde el minuto en el que tú
empieces a sentirte mejor. Porque al final vas a ayudar así a toda la
gente que te rodea a que lo lleve mejor.
Supongo que haber superado un
cáncer habrá marcado un antes y un después en tu vida. ¿Qué ha cambiado
en la forma de ser de la Sara Ortega del año anterior con la del
presente?
Dejas de preocuparte en todas las
tonterías que podrías llegar a tener y te centras en lo que realmente
crees tú que importa. Es un palo que te dan y no te queda más que
madurar.
¿Qué se le pasó por la cabeza cuando el Araski te ofreció la oportunidad de ser la delegada del equipo?
Pues por la cabeza, ¡qué bien y qué mal!
Porque al final voy a verlo desde el banquillo, pero vamos, un
agradecimiento absoluto. Yo tenía muy claro que iban a contar conmigo
aunque estuviese así porque el Araski es un club pero sobre todo una
familia. Nunca van a dejar fuera a nadie.
Ha vivido muy de cerca la temporada del club, ¿qué valoración harías de ella?
Increíble. Lo que al principio de
temporada ninguna nos esperábamos que iba a suceder: que podíamos
plantearnos el llegar a la Fase. Tenemos muchas ganas y al final
cualquier equipo lo tiene como objetivo. Pero no nos imaginábamos que
tendríamos la racha que hemos tenido. Con todo el esfuerzo que han hecho
la entrenadora Madelén, Ioseba y todas las jugadoras del equipo se lo
merecen al cien por cien.
¿Cómo definirías la filosofía de juego de la entrenadora, Madelén Urieta?
Su filosofía de juego es muy completa en
el sentido de que conoce a sus jugadoras, cómo juega cada una y dentro
de sus mentalidad adapta lo que quiere de cada una. Si ella tiene algo
en la cabeza y no funciona o se lo decimos nosotras porque lo creemos,
lo amoldará todo. Yo creo que entre eso y que hay muchas a las que
conoce desde muchos años ha hecho más fácil que no cueste jugar. El
juego que nos impone es uno que no es obligado y que hacemos a gusto,
por lo que se nos hace más sencillo.
¿En qué factores ha cambiado el equipo en contraste con años anteriores -si es que esto se ha dado-?
Han sido diferentes situaciones.
Sinceramente creo que el equipo es el mismo, claro está quitando los
fichajes. La base es la misma, pero han habido mejores y peores
momentos, en los que hemos podido estar peor anímica como
deportivamente. Este año lo hemos logrado, pero el anterior si nos
hubieran dado más tiempo también lo hubiésemos conseguido. Diferentes
situaciones hacen que vayamos por un lado o por otro.
En una liga tan competitiva y
con tantos aspirantes para estar entre los cuatro primeros, ¿qué rivales
considera que les han complicado más la labor?
C.B. Al-Qazeres y el GDKO Ibaizabal. Son
dos equipos que imponen y que cuando te enfrentas a ellos hay que ir
con otra mentalidad. Obviamente en todos los partidos te lo tienes que
currar para ganar, pero con ellos vas con el doble de mentalidad de que
tienes que hacerlo bien porque tienen mucho juego. Y más al ver las
plantillas que tienen y que están demostrando que cada partido que
juegan es muy difícil. Pero creo que así como somos capaces de perder
contra quien sea, también somos capaces de ganar a cualquiera.
El Al-Qázeres es el líder y uno
de los favoritos para el ascenso. Sin embargo, en el último partido que
les enfrentó con él lograron una épica victoria gracias a un triple
decisivo de Arrate Agirre a 7 décimas para la conclusión. ¿Cómo vivieron
esta hazaña en el vestuario?
Es algo que solo pasa una vez en la
vida, que ganes un partido justo al azar al final. Aunque no metas tú el
triple parece que lo has metido tú, tienes la misma sensación. Fue
contra uno de esos equipos muy complicados contra quienes sabes que es
muy difícil ganar, con una plantilla muy potente. La satisfacción de
ganarles y encima en el último segundo con un triple es como el otro día
Baskonia con el Real Madrid.
Todos los equipos clasificados
para la Fase merecerían ascender por su buen rendimiento. Pero, ¿qué
implicaría para el Araski conseguirlo y estar en la Liga Femenina?
Sería lo mejor que nos podría pasar,
seguro. Al final llegar a la máxima categoría de lo que tú juegas es lo
máximo que puedes alcanzar. Pero, más que nada, sería una recompensa a
muchísimos años de trabajo de todo el mundo. Tanto de Lidia -que se
parte el alma todos los días para poder sacar las cosas adelante- como
de todos los entrenadores y jugadoras. Sería una recompensa no solo al
trabajo que se ha hecho deportivamente, sino el que hay detrás también.
Por desgracia hay que hacer mucho más trabajo por detrás de las canchas
que dentro de ella, porque es muy complicado conseguir todo para poder
ascender. Entonces yo opino que sería una recompensa a todo el trabajo
del club.
¿Se han marcado alguna apuesta si logran vencer?
Que yo sepa, de momento no. Pero
últimamente no he podido ir a los entrenamientos por el trabajo y no
estoy muy actualizada. Ya le preguntaré a Ioseba si han hecho alguna
apuestas de esas, ojalá.
Para finalizar, ¿cómo valora el esfuerzo tanto por parte del club como de la afición en este proyecto de Liga Femenina 2?
Es una pasada todo lo que hacen. Cuando
vamos a los partidos siempre te encuentras a cinco personas poniendo
publicidad, las canastas, organizando todo. Sin ellos no podríamos hacer
nada ni de broma. Lo bueno en este club es que a lo mínimo que digas
necesito algo tienes a mogollón de personas que se ofrecen voluntarios.
Nunca te va a faltar nadie que te ayude, es una pasada. El ambiente que
hay es como una familia y todos estamos en todo.