El nombre de Patricia Cabrera no necesita carta de presentación
para los amantes del baloncesto femenino. La jugadora de 24 años se
proclamó en su última etapa en el Club Baloncesto Canarias como la mejor
triplista de la Liga Femenina (LF). Esta hazaña no sorprendió a las
personas de su entorno que más la conocen. Cabrera se caracteriza por
intentar superarse cada día y dar lo mejor de sí en cada entrenamiento,
reflejándolo posteriormente en el terreno de juego.
La escolta canaria estaba destinada a convertirse en una jugadora profesional desde la temprana edad de ocho años. “Siempre iba a ver los partidos del Herbalife Gran Canaria y del Club Baloncesto Islas Canarias -que entonces era Sandra-,
con mi padre hasta que un día decidí probar y me gustó. De pequeña
siempre tuve a Rosi Sánchez y Lourdes Peláez como referentes. Eran las
dos jugadoras del primer equipo que me gustaban y yo quería ser como
ellas”, explica. Pero lo que empezó siendo una afición, se acabó transformando en una verdadera pasión.
Formada en la cantera del CB Islas Canarias,
en la temporada 2009/10 compitió en la Segunda División Femenina con el
combinado amarillo. Pero el curso siguiente decidió emprender una nueva
etapa con el Club Baloncesto Ciudad de Burgos de la Liga Femenina 2.
“Tenía muchas ganas de tener minutos y aún era joven para tenerlos en
LF así que decidí irme fuera en busca de minutos para seguir creciendo
como jugadora”, señala respecto a las razones de su decisión.
Cabrera formó parte del combinado burgalés durante dos campañas, siendo
una pieza fundamental para el anhelado ascenso del equipo a la Liga Femenina 2. “Era
la primera vez que salía de casa, a un club nuevo con entrenadores y
jugadoras diferentes. Puedo decir que me hizo madurar como jugadora,
aprender lo que era ser profesional del baloncesto y tener los minutos
que necesita una jugadora joven para crecer”, recuerda.
Tras su periplo en Burgos, hizo las maletas para marcharse a Huelva por dos cursos para competir en el Club Baloncesto Conquero. “Fue
mi segunda casa, siempre me sentí muy cómoda allí. No tengo nada malo
que decir del Conquero y menos del cuerpo técnico y las compañeras que
tuve los dos años. En Huelva me ayudaron a seguir creciendo y siempre
que tenía oportunidad lo daba todo por el equipo”, afirma. En el curso 2013/14, aceptó la oferta que le propuso Cadí La Seu para militar en el combinado. Sin embargo, tras una dura pretemporada el club catalán anunció la no continuidad de la grancanaria, exponiendo que fue fruto de un acuerdo mutuo. El destino hizo que retornase a la entidad deportiva en la que se forjó: “Al
irme de Cadí la Seu después de la pretemporada me quedé sin equipo y en
Gran Canaria me acogieron con los brazos abiertos. ¿Qué mejor que
volver a casa y tener el mejor año posible?”
Para Cabrera el peor recuerdo que tiene
de su trayectoria es el descenso que vivió con el CB Conquero. “Por
suerte consiguieron seguir en Liga Femenina”, añade. Pero admite haber
vivido muchas experiencias positivas: “Es imposible quedarme con
un solo recuerdo bueno, los campeonatos de España con CB Islas
Canarias, los campeonatos de Europa con la selección, el ascenso a LF
con el CB Conquero, la Copa de la Reina y los Playoffs con el CB Islas
Canarias”. Centrándose en su etapa en el Gran Canaria, confiesa
que se queda con las amistades que hizo y todos los campeonatos que
ganó con su generación.
De su paso por cada equipo, comenta que todos los entrenadores que ha tenido le han ayudado de una forma u otra. “Unos
más que otros, pero de todos siempre se aprenden cosas. Me quedo con
los que siempre confiaron en mí, ellos saben quiénes son”. Dentro del terreno de juego se valora como una jugadora “trabajadora, que siempre está dispuesta a ayudar a las demás y darlo todo por el equipo”. Y cuando se aleja de las pistas, considera que es igual: “Trabajadora y siempre dispuesta a ayudar a los demás, pero sobretodo, una persona muy alegre y humilde”.
Dejando a un lado el baloncesto, indica que le gusta mucho “realizar
todo tipo de deportes, menos el fútbol -que es lo peor que dice que se
le da- ir a la playa, el cine y sobretodo, estar con mi familia y
amigos”.
Su último ejercicio en el combinado
dirigido por Domingo Díaz no fue el más deseado para todos. De hecho, el
club tuvo que pelear hasta las últimas jornadas para no descender de la máxima categoría del baloncesto femenino español. “La
temporada fue muy complicada, teníamos una buena plantilla pero no
conseguimos hacer una buena temporada. Tuvimos la suerte de ganar los
partidos que nos hizo falta para conseguir la permanencia y que el
equipo no descendiera”, considera. A nivel personal, la
grancanaria indica que no contó con muchos minutos de juego, pero cree
que en los que tuvo los supo aprovechar. “Demostré que puedo jugar buenos minutos.
Colectivamente, aunque la temporada no fue muy buena, éramos un buen
grupo y me llevo muchos recuerdos buenos”. Uno de esos recuerdos sin
duda debe ser el récord en triples que mencionados con anterioridad, al que resta importancia al considerar que puede mejorar. “Ese
momento fue muy especial, es muy complicado meter 10 triples en un
partido en LF. Pero ahora es momento de seguir trabajando para intentar
superarlo, aunque lo veo muy difícil”, indica.
En la próxima temporada 2015/16, la grancanaria defenderá la camiseta del Star Center Uni Ferrol. “Las
ganas que tenían de ficharme y la confianza que depositaron en mí
fueron las claves para fichar. Mis expectativas son bastantes buenas,
espero que formemos un buen equipo y consigamos pasarlo bien este año”, expone. Sobre su nuevo conjunto, opina que se ha hecho una plantilla “con buena pinta” y espera conseguir una “unión muy pronto” con la intención de poder “hacer grandes cosas”.
En lo que respecta a su nuevo técnico, Lino López, explica que le han
hablado “muy bien” de él y del trabajo que realiza. Las características
que más valora la canaria en un entrenador es que sea “trabajador y exigente con sus jugadoras”,
y está convencida de que ese es el perfil de López. Cabrera reconoce
cuáles son sus metas a nivel individual para el nuevo curso: “Trabajaré al máximo para dar lo mejor de mí en cada entrenamiento, en cada partido y ayudar en todo lo que pueda al equipo”.
Patricia Cabrera considera que existe un “seguimiento insuficiente” al baloncesto femenino
por parte de los medios de comunicación. Para promover el deporte
femenino reivindica medidas como que se ofrezca cobertura por diversas
vías, como “televisión, radio e internet”, al ser creyente de que con
esto “se conseguiría que la gente lo siga más”. A esas personas que
siguen a diario el baloncesto femenino y lo respaldan, les lanza el
siguiente mensaje: “Gracias, nunca dejen de hacerlo. Es importante que apoyen el baloncesto femenino porque da muchas alegrías”. Asimismo, como consejo a aquellas personas que deseen dedicarse profesionalmente les aconseja que “nunca se rindan, que trabajen muy duro día a día para conseguir lo que quieren. El trabajo es la base de todo éxito”.
Consciente de que algún día llegará el momento en el que tendrá que colgar las botas, aspira a convertirse en policía.
Aunque dicen que el futuro nunca puede planearse, está claro que si
pone la misma entrega y trabajo que le define en el terreno de juego,
podrá aspirar a todo lo que se proponga. No obstante, que sus
aficionados no se alarmen: todavía queda mucho tiempo para seguir disfrutando del juego de Cabrera.