21 abr 2014

Elisa Aguilar: una líder discreta


Elisa Aguilar López es uno de los grandes nombres del baloncesto femenino español que han hecho historia. Siempre se caracterizó por ser una líder silenciosa, una jugadora sosegada pero que sorprendía en cada partido que disputaba. Tal vez por ese carácter, su carrera como jugadora pasó muchas veces más desapercibida de lo que realmente merecía. Sin embargo, eso no impidió que lograra obtener un deseable palmarés, entre las que se destacan los logros que consiguió con la Selección Española: una Medalla de Oro en el Campeonato Europeo ante Francia en 2013, cuatro Bronces -en Letonia (2009), Turquía (2005), Francia (2001) y República Checa (2010)- y una Plata con Italia en 2007.

Elisa Aguilar durante uno de sus partidos con la Selección | Foto: FEB

La madrileña empezó a practicar por casualidad baloncesto cuando tenía nueve años de edad, en el colegio Amorós, Madrid. La pequeña de la familia estaba acostumbrada a los balones de fútbol porque sus hermanos, padre y tíos eran futbolistas. Su madre estaba harta de que siempre jugara con los chicos a fútbol y decidió apuntarla en otro deporte, y el único que el centro educativo ofrecía como alternativa era el baloncesto. Lo que a Aguilar le atrajo de él era su dinámica: “da igual que vayas cinco abajo o arriba en el marcador porque todo puede cambiar en dos o tres acciones”, indicó. Después de  formarse con 16 años en la cantera del Real Canoe y participar tres temporadas en la Liga Femenina en dicho club, cambió de aires trasladándose a Estados Unidos, donde jugó tres años y medio en la Universidad de George Washington, al mismo tiempo que finalizaba sus estudios de económicas al tener claro lo esencial que es tener estudios. Durante esta etapa, se convirtió en una protagonista frecuente en las páginas deportivas del periódico The Washington Post.
 En una ocasión, su equipo estaba pasando una delicada situación en la recta final de un partido cuando en menos de treinta segundos la base española logró encestar tres triples consecutivos, consiguiendo romper a favor el encuentro. Atónito, su entrenador Joe Mckeown declaró que pocas veces había visto algo así. Elisa fue elegida Rookie del año y en la última temporada formó parte del All Star de la liga universitaria, situándose dentro del top de las veinte mejores jugadoras. Pero, a diferencia de algunas jugadoras, para Elisa Aguilar el sueño americano no estaba en Estados Unidos, sino en España, lugar en el que soñaba formar parte de la Selección Española y poder llevar la camiseta nacional a cualquier lugar. En el 2000 regresó a España para entrar en el Halcón Viajes de Salamanca, equipo con el que fue proclamada subcampeona de la Copa de la Reina, además se alcanzar otros logros. Sin descanso, en verano volvería mudarse para jugar formar parte de la plantilla de Utah Starzz y competir en la WNBA, pero acabaría de nuevo en territorio español, pasando primero por el Ros Casares de Valencia, en el que permaneció 9 temporadas y llegó a ser capitana, y para concluir su trayectoria en  2010 ficharía en el Rivas Ecópolis. Su principal virtud es ser muy trabajadora y disciplinada para poder alcanzar todas las metas que se propone, pudiéndolas cumplir tanto a corto como a largo plazo.
Pero todo no han sido buenos momentos para la madrileña. Si pudiera borrar alguno del pasado, sería la lesión que tuvo en la que se fracturó el pie debido a un pisotón fortuito, por el cual tuvo que pasar seis meses con muchos dolores. “No me daban un diagnóstico correcto y lo pasé muy muy mal”, recuerda. En contraste, el mejor para ella fue la Olimpiada en Atenas, donde estaban los mejores deportistas de todo el mundo, algo que definió como una experiencia inolvidable. Aunque opina que es injusto y difícil escoger a una jugadora de baloncesto de todos los tiempos, Aguilar se quedaría, a nivel internacional, con Stepanova, Cooper y Lisa Leslie.; y su jugador preferido es  Drazen Petrovic. No obstante, ha admitido que uno de sus ídolos deportivos favoritos es el tenista Rafa Nadal. Elisa Aguilar tiene claro la enorme diferencia entre el baloncesto masculino y el femenino.Cuando los primeros jugadores terminen sus carreras profesionales, afirma que podrán vivir sin hacer prácticamente nada, en cambio, las mujeres son unas privilegiadas y cuando acaban, quizás cuentan con un colchoncito económico o una casa  pagada, pero desde luego no se puede comparar. “Ojalá algún día podamos decir lo contrario, pero hoy en día es un poco complicado”, indica.
A las jóvenes que quieran dedicar su vida al baloncesto aconseja que primero se diviertan jugando y que se esfuercen en trabajar duro, porque poder dedicarse a este deporte es gratificante y bonito. En cuanto a sus aficiones, le gusta la música española en general y le motiva mucho (un grupo que escucha es el  separado El Canto del Loco); sobre sus gustos en cine dice que cualquier película le sirve para entretenerse, pero si tuviera que escoger una sería Invictus, de Clint Eastwood; respecto a la lectura, afirma leer bastantes libros de diversos géneros, pero particularmente le agradan los géneros de suspense e historia. Además, le encanta el fútbol y se declara una fan incondicional del Atlético de Madrid “por muchas cosas, por su afición, por el sentimiento que transmite. Cosas que van mucho más allá de los resultados. Soy del Atlético por naturaleza. No he vivido otros colores y cuando he ido creciendo, me he dado cuenta de que no podría haber elegido una mejor opción”, confiesa. También practica el pádel y le encanta correr, de hecho, su sueño es terminar una maratón.
Por otro lado, la base madrileña tuvo claro el instante en el que era hora de retirarse profesionalmente del baloncesto. “Sabía que había llegado la hora, porque la alegría de competir no era como al principio. Hay cosas más importantes y por respeto al baloncesto, no admití ofertas por dinero. Hay que saber decir basta”, explicó en una entrevista. No obstante, su retiro no significa el desvinculamiento con el baloncesto. Actualmente, con el Mundial 2014 por delante, ya forma parte en los diversos actos promocionales y el proyecto de un Mundial Femenino en el que, es evidente que muestra una principal ilusión. Es el principio de una nueva carrera de Elisa Aguilar, en la que, sin duda, será tan optimista y diligente como en la anterior.