Puede que el nombre de Anna Cruz no sea tan conocido como el de otras personalidades del baloncesto como pudieran ser perfectamente Amaya Valdemoro, Elisa Aguilar, Marta Fernández, Alba Torrens o Sancho Lyttle. No obstante, esta jugadora catalana ha logrado gracias a su esfuerzo y tesón consolidarse como una de las mejores escoltas made in Spain que existe actualmente en el deporte, logrando un gran salto desde la Liga Femenina de España hasta llegar a la prestigiosa WNBA, pasando antes por la Liga Rusa.
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| Anna Cruz durante su estancia en el Rivas Ecópolis | Foto: FEB |
A los 27 años de edad está viviendo el sueño de cualquier jugadora al formar parte de la WNBA con la franquicia de las New York Liberty. Ella misma comentó en una entrevista a Zona 2-3 lo afortunada que se siente por vivir la experiencia y muestra su alegría por incorporarse en la competición y tener la oportunidad de enfrentarse a las mejores jugadoras del mundo. Sobre su estancia en Estados Unidos, declaró que le “impacta el gran seguimiento que tiene el baloncesto femenino. Esto en España, lamentablemente, es impensable. Se vive muy diferente, es todo mucho más profesional, están muy organizados. Nada más llegar me dieron una carpeta en la que aparecen desde horarios de los vuelos de toda la temporada, nombres de los hoteles, compañías de autobuses con las que viajamos… En definitiva, creo que va un paso por delante.” Sin embargo, ya sea por humildad o desconocimiento, parece no haberse dado cuenta que ella también ha dado un enorme paso que, entre otras cosas, sirve como muestra de que el baloncesto femenino en España puede tener como protagonistas a personas tan talentosas como ella.
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| Anna Cruz debutando durante un partido | Foto: Getty Images
La temporada que está haciendo Anna Cruz en la WNBA no ha pasado desapercibida para nadie. De hecho, uno de los periódicos de mayor prestigio e influencia a escala internacional, el New York Times, llegó a entrevistarle por ser una de las jugadoras que más bate récords en “la ciudad que nunca duerme”. En su temporada de debut fue la décima exterior más votada perteneciente a la Conferencia Este, de cara al All Star de 2014 de la WNBA. Además, es destacable que en su último año de novata ha promediado como media un total de 8,8 puntos, 4,2 rebotes, 3,9 asistencias y 1,5 robos en 18 partidos que disputó como titular, pero en su partido final contra las Minnesota Lynx sumó 10 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias para ayudar a su equipo a proclamarse campeonas.
Muchas personas hemos tenido la oportunidad de disfrutar durante los pasados años de su juego, y no teníamos dudas de que podía potenciar su talento y éxito de una manera espectacular, pero que todavía no se ha terminado de desarrollar para la suerte de los amantes del baloncesto. Anna Cruz es un evidente ejemplo de espíritu de superación, de cómo con disciplina y esfuerzo puedes cumplir todas las metas que uno se proponga. Existen personas que esperan que se le presenten oportunidades que cambien de forma radical su vida, otras sueñan con qué les deparara el futuro, otras que creen estar dando los pasos necesarios para conseguir sus metas. Pero luego hay otras que no esperan, sino que directamente hacen que sucedan, como es Cruz, y todo se debe al sacrificio y trabajo. Es un orgullo ver cómo la catalana no solo juega con el afán de ganar, sino para divertirse y hacer disfrutar a los demás con sus jugadas. Por cierto, para los que no lo saben todavía, acaba de ser incluida en el top de las mejores jugadas de la temporada en la WNBA:
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