El inicio del esperado Mundial de Baloncesto 2014 está a la vuelta de la esquina. Seguro que todos los lectores de esta página están ansiosos por ver lo que tanto Orenga como sus 12 jugadores seleccionados tienen preparado, y más con toda la expectación que están generando los partidos amistosos. No obstante, a veces es provechoso echar un vistazo hacia atrás para recordar los inicios de la Selección Española y a todos aquellos técnicos y jugadores que han hecho posible que este legado continúe.
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| La Selección durante los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984 | Foto: FEB |
Inicios de la Selección Española
La Selección de baloncesto en España se constituyó como equipo nacional el 15 de abril de 1935, para participar en el primer Campeonato de Europa celebrado en Ginebra en el que la selección roja jugaba contra Portugal en un amistoso y acabaría logrando una histórica segunda posición. Tal fue el éxito de la Selección que elEurobasket brindó la oportunidad de que participase en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, donde España era una de las favoritas para obtener la medalla, sin embargo, no pudieron competir debido al estadillo de la Guerra Civil Española (1936-1939). La plantilla formada por Rafael Ruano, Emilio Alonso, Pedro Alonso, Cayetano Ortega, Máximo Arnáiz, Armando Maunier y Rafael Martín bajo las órdenes del entrenador Mariano Manent-quien curiosamente arbitró el partido- no volvería a reencontrarse hasta 1943.
1950: Una década para recordar
El palmarés nacional aumentó con los años y en 1955 hicieron historia con la Medalla de Oro en los Juegos Mediterráneos, disputados en el antiguo Palacio de los Deportes de Barcelona. En ese contexto, España contaba con célebres jugadores de la talla de Jordi Bonareu, Joaquín Hernández, Antonio Díaz Miguel, Josep Brunet o Eduardo Kucharski. Fue en esa convocatoria cuando España consiguió por primera vez lograr los 100 puntos en el partido contra Italia, donde ganaron con el resultado de 101-89. En la final, los españoles se impusieron a Egipto con un apurado 61-55. Dieciocho años después, Barcelona acogería un nuevo campeonato internacional, la decimoctava edición del Eurobasket, en el que el equipo español, con Díaz Miguel en el banquillo y con Nino Buscató como capitán, obtuvo la Medalla de Plata después de eliminar en semifinales a la URSS, aunque no pudieron vencer a Yugoslavia en la final.
Un antes y un después con los Juegos Olímpicos de 1984
La gran explosión del baloncesto tuvo lugar con los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, en el que España conquistó una histórica Medalla de Plata en la final contra Estados Unidos (96-65). La plantilla de la Selección, liderada por el entrenador Antonio Díaz, estuvo formada aquel entonces por los mejores jugadores del momento: Juan Antonio Corbalán, Ignacio Solozábal, José Luis Llorente, Josep María Margall, Juan Antonio San Epifanio, José Manuel Beirán, Juan Manuel López Iturriaga, Andrés Jiménez, Fernando Arcega, Fernando Martín, Fernando Romay y Juan Domingo De la Cruz. Estos hombres le plantaron cara a estrellas de la NBA como Michael Jordan, Pat Ewing, Vern Fleming, Chris Mullin, Alvin Robertson y Sam Perkins, que estaban guiados por Bobby Knight. La actuación de los españoles impulsó un movimiento de expectación en torno al deporte, que los medios de comunicación denominaron rápidamente “el boom del baloncesto”. Con la multiplicación de las victorias los ciudadanos comenzaron a centrar su atención en el básquet y a demandarlo, lo que conllevó queTVE empezara a transmitir en directo sus partidos a altas horas de la madrugada y que incluso llegase a competir con el fútbol, deporte por excelencia de la época. Son muchos los recuerdos que el baloncesto español tiene de estos Juegos Olímpicos, como el mítico tapón que Fernando Romay realizó a Michael Jordan. Uno de los protagonistas, Epi, hace poco calificó a los Juegos como “el momento culminante del baloncesto español hasta la fecha”, añadiendo que se trató de un momento maravilloso y sensacional.
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Fernando Romay realizando su tapón a Michael Jordan | Foto: FEB
Breve etapa gris y un nuevo renacer con una nueva generación
Después del “boom del baloncesto”, España disminuyó considerablemente el caché conseguido al pasar por una mala racha, que quedaría plasmada en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 (en el que quedó en el 9º puesto tras perder contra Angola), el Mundial de Toronto en 1994 (son derrotados por China) y el Eurobasket de Barcelona en 1997 (queda en el 5º puesto en el partido contra Lituania por un punto: 94-93). Sin embargo, este declive no duraría mucho tiempo gracias a la selección de los llamados juniors de oro, que regresaban del Mundial junior de Lisboa de 1999 demostrando una gran calidad de juego al haber ganado a Estados Unidos. Esta nueva generación estaba formada por Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes, Carlos Cabezas, Berni Rodríguez, Raúl López, Francesc Cabeza, Julio Alberto González, Souleymane Drame, Antonio Bueno, Félix Herráinz y Germán Gabriel. Dichos jóvenes lograron reavivar al combinado nacional especialmente en la conquista del bronce en el Eurobasket de 2001, donde Gasol y Navarro destacaron en el último encuentro contra Alemania. A partir de entonces, la nueva Selección Española tuvo una racha de triunfos que hizo posible conseguir una buena imagen y respeto en el mundo del baloncesto. En 2003 los jugadores dirigidos por Moncho López obtuvieron la Medalla de Plata en el Eurobasket de Estocolmo, al quedar 84-93 contra la victoriosa Lituania. Con la cabeza bien alta y con la certeza de que los “juniors de oro” (encabezados por Gasol, Navarro, Reyes y Calderón) eran una realidad, llegó en 2006 el Campeonato Mundial de Baloncesto de Japón, en el que consiguieron la deseada primera Medalla de Oro después de un aplastante triunfo ante Grecia (70-40). En los Juegos Olímpicos de 2008, los españoles se conformaron con la Medalla de Plata a mano de Aíto García Reneses, mientras que en el Eurobasket de 2009 lograron de nuevo la primera posición del torneo a cargo de las indicaciones de Sergio Scariolo.
En la actualidad
Tras obtener todos esos méritos y premios, los españoles cada año han luchado con tenacidad para continuar con el legado baloncestístico. Han tenido, lógicamente, malos partidos por cometer errores, pero han sabido levantarse con rapidez. Uno de los gigantes del equipo, Pau Gasol, resumió a la perfección esto al comentar: “nos hemos hecho más fuertes después de esos altibajos y, al final, nos hemos sobrepuesto a las adversidades”. Hay caras nuevas en la Selección y personas que se han retirado del baloncesto, que muestran su apoyo desde las gradas, demostrando así mantener una llama ardiente dentro que no se apaga. No me cabe la menor duda de que tanto en el presente como en el futuro los españoles seguirán batallando en las canchas para conseguir sus objetivos y que en muchas ocasiones lo conseguirán. Porque, como dijo Phil Jackson, al fin y al cabo “los buenos equipos se convierten en grandes cuando sus integrantes confían tanto en sus compañeros como para que prevalezca el nosotros sobre el yo”, y la Selección Española se ha caracterizado hasta ahora por ser una gran familia dentro y fuera de la pista.
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