13 mar 2014

La historia de la pequeña Emily James


Emily James es una niña canadiense de 3 años que no quiere que ningún niño que lucha contra el cáncer este triste por el hecho de no tener pelo. Para ello, decidió tomar una drástica medida: cortarse el suyo y donarlo para la elaboración de pelucas destinadas a los niños que cada día combate contra esa dura enfermedad.
Ella misma ha explicado recientemente en un vídeo del proceso grabado por sus padres las razones que le han impulsado a tomar esta decisión: “no quiero que ningún niño enfermo esté triste porque no tiene cabello. Lo que quiero hacer es cortar el mío, porque tengo más y puedo cortar parte del que tengo, y dárselo a alguien”. Pese a que sus progenitores le advirtieron de que para donar su cabello tendría que cortárselo bastante y que le crecería a largo plazo, la pequeña dispuso que seguiría adelante con su medida y acudió a la peluquería de su tío para, posteriormente, enviar el pelo cortado a una tienda de pelucas.


Pasamos  nuestra vida intentando dejar atrás la infancia sin ser conscientes de que existen muchas cosas que todavía podemos aprender de los niños, como sus actitudes ante la vida, la manera de enfrentarse a los problemas, sus decisiones, dejar atrás los prejuicios, etc. Creo que esta niña es un gran ejemplo de que aunque vivimos en una sociedad egoísta e interesada, todavía quedan personas dispuestas a ser solidarias sin obtener beneficio alguno.