El mago de Oz (1939) es una película musical de fantasía producida
por Metro-Goldwyn-Mayer, aunque en la actualidad la empresa Time Warner posee
los derechos de dicha producción audiovisual. Seguro que todos alguna vez hemos
visto esta película o, al menos, hemos oído hablar de ella, dado que constituye
una de las películas más clásicas de la historia cinematográfica. No obstante,
el dato que muchos desconocen es que, en realidad, se trata de una sátira
política de un debate entre los partidos del patrón oro y aquellos que deseaban
que la plata también sirviese de respaldo para la acuñación de monedas.
A finales del siglo XIX, en el
momento en el que Frank Baum escribió la obra, predominaba en la sociedad
estadounidense una crisis económica terrible. Numerosos trabajadores de la
industria se habían quedado en el paro y apenas podían comprar comida. Por esta
razón, los campesinos también empobrecieron. En aquel entonces, el candidato
demócrata a la presidencia propuso sustituir
el patrón oro
por otro en el que la plata también sirviera de fuente de respaldo
para emitir dinero. Y es que, mediante el aumento de la masa monetaria,
pretendía poner fin a la caída de los precios provocada por la depresión
económica. Sin embargo, el presidente McKinley y su Gobierno republicano eran convencidos
partidarios del uso exclusivo de oro.
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*Escena de El Mago de Oz |
En el cuento, un tornado que pasa
por Kansas deja a Dorothy (la niña protagonista del cuento) en mitad de un
sitio desconocido. Allí le dicen que para regresar a su hogar es necesario que
vaya al encuentro del famoso Mago de Oz (quien simboliza al Gobierno
republicano, pues Oz era la abreviatura de “onza de oro”). Durante el trayecto,
le acompañan un león cobarde (que representa a William Jennings Bryan, el
candidato demócrata al que la prensa del momento acusaba de serlo), un espantapájaros
sin cerebro (con el que se hace
referencia a los agricultores endeudados) y un hombre de hojalata sin corazón
(los trabajadores industriales que perdieron sus empleos).
Para poder encontrar al Mago de
Oz deben acudir a la Ciudad Esmeralda (Washington, del color verde de los
billetes del dólar), que se encuentra al final de un camino de baldosas
amarillas (haciendo referencia, como no, al patrón de oro). Pero cuando llegan
a tal lugar, descubren que el Mago de Oz no es capaz de solucionar ninguno de
sus problemas. Pese a ello, Dorothy encuentra el camino de regreso a su casa
gracias a unos zapatos hechos de… ¡plata! (el patrón bimetálico, a pesar de que
en la película lo remplazaran por unos de rubíes).
Para el descontento de Frank
Baum, McKanley ganó las elecciones y el patrón de oro se mantuvo. Pero el
descubrimiento de unas inmensas minas de oro en Sudáfrica hizo que la masa monetaria
respaldada por el oro creciera y la depresión económica concluyese.
* Imagen sacada de http://www.canaltcm.com/wp-content/uploads/2013/03/el-mago-de-oz-portada1.jpg