7 ene 2014

Un breve recorrido por la década de los 60


En la década de los 60 todo estaba cambiando radicalmente. Era una época marcada por el fracaso de Estados Unidos en la Guerra de Vietnam, la consolidación de la clase media, la contracultura, revoluciones estudiantiles y la lucha por los derechos civiles. Eran tiempos de cuestionar, de dar paso a las reformas en la sociedad. Pero, sobre todo, era tiempo de soñar con cambiar el planeta.

Una hippie durante la marcha sobre el Pentágono de 1967, en Washington/ Marc Riboud


























La superioridad económica de Estados Unidos dominaba el mundo. La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) arrasó Europa, los países del Este y Japón; pero la industria norteamericana salió tan fortalecida que su producto nacional bruto (PIB) aumentó de unos 200.000 millones de dólares en 1940 a más de 500.000 millones en 1960, logrando desplazar del liderazgo a Francia, Alemania e Inglaterra. Aunque el capitalismo y el libre mercado se fortalecía en Norteamérica, surgían movimientos sociales que exigían otra manera de vivir: los hippies, el feminismo, el ecologismo, la burguesía universitaria, etc. Todos anhelaban aportar modificaciones en el estilo de vida existente.


El movimiento hippie tomó fuerza en San Francisco con su ideal de la no violencia, sumándose posteriormente a la lucha contra la segregación racial lideraba por Martin Luther King y a las protestas contra la intervención de Estados Unidos en Vietnam o contra la injerencia política en los países del Sur. Al mismo tiempo, se empezó a tomar conciencia sobre la pobreza.  No obstante,  loshippies no fueron los únicos en asentarse en la contracultura, pues contaron con el apoyo de miles de universitarios que defendían una convivencia anticonsumista y pacífica. Juntos dejaron decenas de símbolos todavía patentes en nuestra sociedad, como el festival de Woodstock, conciertos que reunieron a casi medio millón de personas para escuchar música de artistas de la talla de Jimi Hendrix, Janis Joplin o Jefferson Airplane. 



Luther King en su discurso/ Foto por:  Getty Images
El el 28 agosto de 1963, en Washington, se produjo la Marcha en la que sonó el mítico discurso “I have a Dream” de Martin Luther King ante más de 200.000 personas. Dos años después, los afroamericanos conseguían en la práctica el derecho al voto. Además, movimientos como la Conferencia del Liderazgo Cristiano del Sur, formado por sacerdotes afroestadounidenses, o el Comité Estudiantil de Coordinación de la No Violencia lideraban la lucha por la igualdad de forma pacífica. Sin embargo, líderes como Malcom X y Luther fueron asesinados por extremistas en contra de los ideales que ellos tanto defendían.



En el ámbito político, otro asesinato, el del presidente Kennedy en noviembre de 1963, marcó un antes y un después en EE.UU, puesto que se le veía como un símbolo de esperanza. Tras este acontecimiento, el vicepresidente Lyndon B. Johnson fue elegido para la Casa Blanca y Richard Nixon le acabó sustituyendo en 1969, sin ser consciente del escándalo que produciría en 1972 y que implicaría su dimisión. Los  intensos bombardeos, el uso de armas químicas y la violencia sobre la población civil se vieron por primera vez en los medios de comunicación, que retransmitieron en conflicto. Al final, en 1975, las consecuencias de la derrota fueron devastadoras: 58.000 americanos muertos y 300.000 heridos frente a cerca de un millón y medio de soldados vietnamitas y dos millones de civiles fallecidos.


Eran momentos en los que la calma de la Guerra Fría sobrevolaba las cabezas, con EE.UU liderando el enfrentamiento contra un bloque soviético que empezaba a mostrar grietas. Pero la tensión tuvo su culminación en crisis como la de los misiles cubanos en octubre de 1962, cuando la URSS quiso instalar su armamento en la isla. Un año antes, en abril de 1961, la  Central Intelligence Agency(CIA) había fracasado en un intento de invasión de Cuba en la Bahía de Cochinos. El miedo a una crisis nuclear atenazaba el ambiente. 




Y en medio de todos estos sucesos, la clase media se consolidaba y la explosión demográfica era imparable. El mundo crecía con rapidez. Como dijo el componente de The Beatles, John Lennon, el gran mensaje de la década de los 60 había sido aprende a nadar, y una vez que  haya aprendido, nada.