“Tira del hilo” es un breve documental realizado por el área de
Educación de la organización no gubernamental Madre Coraje, en el que se
denuncia el modelo de vida consumista que
en la actualidad predomina en nuestra sociedad a la vez que invita al
espectador a reflexionar acerca de éste. Ayer publiqué en una entrada el enlace para ver el documental, y ahora me gustaría sacar conclusiones y analizar los mensajes que nos transmite.
En la actualidad, el sistema que
impera en nuestro mundo es el consumismo, que parece ser necesario para
mantener la actividad económica y el empleo. Cada día, recibimos una serie de
estímulos que nos impulsan a consumir, a través de de herramientas como la
televisión, la radio, las revistas, los escaparates, etc. Sin embargo, detrás
de este modo de vida se oculta un negocio basado en la explotación de las
personas y la destrucción de la naturaleza. El afán del ser humano de comprar
objetos y servicios de “usar y tirar” ha derivado diversos problemas como una
crisis humana, basada en la pobreza de personas sin oportunidades de tener
bienes primarios para sobrevivir; y una crisis ambiental en la que los recursos
están agotándose con rapidez, hay pérdida de diversidad ,contaminación y
calentamiento global.
En nuestra sociedad parece que
los valores de solidaridad han sido sustituidos por una tendencia individualista
que solo busca obtener lo que desea con el objetivo de disfrutar con los
productos que adquiera. Sin embargo, los ciudadanos debemos comportarnos de
manera comprometida y exigir tanto a las empresas como a los altos cargos
políticos productos que sean responsables y que no perjudiquen al medio
ambiente. Desde ahora, podemos tomar pequeñas medidas que tendrán un efecto
positivo en nuestro entorno: moderar el consumo, comprar productos locales y
ecológicos, ahorrar agua y energía en nuestras actividades cotidianas,
reciclar, utilizar transporte público, practicar formas de entretenimiento y
ocio responsables tanto con las personas como con el medio ambiente, evitar
embalados con exceso, etc.
Sin duda, el ser humano debe
meditar de forma detenida acerca de los impactos negativos que tienen sus
actividades. Como hemos visto, el consumismo tiene una serie de efectos nocivos
tanto para los individuos como para el entorno que nos rodea, y de ahí radica
la importancia de intentar concienciarnos. Lo primero que tendría que hacer el
hombre es cambiar la mentalidad de la sociedad: no hay que competir por
tonterías como por tener el mejor vehículo, ir a la moda o intentar superar las
cosas materiales de nuestros conocidos. En realidad, deberíamos competir por
ser mejores personas, por querer impedir que nos arrastre la corriente del capitalismo, basado en el profundo consumismo
que acaba esclavizándonos y convirtiéndonos en presas fáciles.
Hoy, más que nunca, tenemos el
compromiso de actuar como ciudadanos responsables que demanden productos que no
perjudiquen nuestro entorno. De este modo, podremos hacer del mundo un lugar
mejor para vivir.