25 jun 2013

Catalepsia


Probablemente, has escuchado hablar de ciertas historias en las que se entierran a las personas vivas o incluso éstas despiertan de repente de la muerte. ¿Es esto una leyenda urbana? Pues no, de hecho, una causa que explica tal situación es el padecimiento de la catalepsia (también denominada Muerte Aparente), un trastorno del sistema nervioso. ¿Quieres saber más acerca de este síndrome?

Los individuos que experimentan este trastorno pierden de forma momentánea tanto la sensibilidad como la movilidad del cuerpo. Durante semejante estado, el cuerpo queda totalmente paralizado, la respiración y el pulso se vuelven muy lentos y la piel se pone extremadamente pálida. Estos factores conducen a la falsa doctrina de que la persona que está padeciendo un ataque de catalepsia ha fallecido.

La catalepsia puede durar desde varios minutos a días, y en el peor de los casos, semanas e incluso años.  En consecuencia, en infinitas ocasiones los pacientes catalépticos en la antigüedad eran enterrados vivos por error. Los médicos de la época tenían por costumbre pinchar a la víctima en sus extremidades, y al no darse una respuesta y al no despertar,  declaraban la muerte clínica.

Por fortuna, en la actualidad los avances tecnológicos en Sanidad han contribuido a que los médicos sean consciente de la existencia de este síndrome. Un ejemplo de ello lo constituyen los denominados electroencefalogramas, que son capaces de diagnosticar una muerte clínica con mucha fiabilidad. No obstante, y por desgracia, actualmente también hay excepciones al respecto.

Un ejemplo conocido es el de Niurka Berenice Guzmán Reyes, de veintitrés años, en la ciudad de Bonao. Tras su entierro, un médico examinó el cadáver exhumado de la joven, confirmando así que había fallecido asfixiada dentro del ataúd.