10 jun 2013

Entrada 100


Hoy hago 100 entradas en el blog. A mí no es que me importe mucho,soy relativamente nueva en esto y no me entero, pero al parecer es una tradición "celebrar" las entradas de 100 en 100, o al menos eso me han contado últimamente. Algunas personas que leen este blog diariamente me han sugerido un par de cosas que podría hacer en esta entrada, pero tampoco tener 100 es para tanto. En fin, he decidido hablar de cómo empezó todo esto hasta el día de hoy.

Siempre me ha gustado escribir, de hecho, pienso que me da mejor que hablar. Cuando escribo, tengo tiempo para meditar en aquello que quiero decir y decidir  qué forma es la más indicada para ello, por lo cual luego no tengo que estar arrepintiéndome de lo que he dicho por no haberlo expresado de la manera que deseaba. Desde hace mucho tiempo me he dedicado a escribir en libretas mis absurdas reflexiones y pensamientos, llegando a tener una gran colección digna de ser quemada algún día por ocupar tanto espacio. 

Un día se me ocurrió la idea de hacerme un blog con la intención de escribir algunas cosas que pensaba, ya que no iba a mencionar todas aquellas cosas personales que acostumbro a  escribir en papel para uso propio exclusivo, y es así  como surgió mi primer blog en WordPress. Allí creé un par de entradas hasta que me acabé revelando en contra de esa plataforma, pues no me dejaba justificar los textos y hacía saltos de líneas cuando le apetecía. Intenté averiguar cómo adiestrar a WordPress para que me hiciera caso, pero todo fue inútil: era un rebelde sin causa y yo una impaciente. De esa forma, decidí abandonar mi idea de tener un blog. Además, por aquel entonces pensaba que todo lo que escribía era en vano, ya que me parecía que nadie lo leía.

Tiempo más tarde me acordé de la existencia de Blogger. Entonces, entré y decidí crearme nuevo blog que esta vez me respetase, pero resulto ser un aliado del anterior. Recuerdo que, al principio, no me dejaba justificar el texto  y no controlaba el salto de líneas. Cuando ya me exasperé y decidí que jamás haría un blog, recordé que mi prima tenía uno y me ofreció darme una master class, que me resolvió las dudas y me decoró el blog. No obstante, hubo días en los que creía que esforzarme en escribir en Blogger era una soberana estupidez: escribía, pero nadie me leía. Estuve apunto de borrármelo y dejar los blogs a un lado, pero entonces tome la decisión de hacerme publicidad mediante Twitter, vamos, es decir, spam puro y duro.

De dicha forma, las visitas a mis páginas se vieron aumentadas considerablemente. A veces todavía me hago publicidad para recordar viejos tiempos y lograr alguna visita. Ahora siento que ya no estoy hablando sola con cada entrada que escribo, pues gracias al instrumento de estadísticas que ofrece Blogger puedo apreciar cuántas visitas recibo. Además, me he llevado la grata sorpresa de que algunas personas me han dicho que se han pasado por aquí a echar un vistazo y les ha gustado alguna entrada. Sin embargo, a estas personas siempre les aconsejo lo mismo: no malgastéis vuestro valioso tiempo leyendo las tonterías que escribo, haced cosas más productivas.

Quiero darle las gracias a todas las personas que suelen meterse en mi blog, a pesar de que tengan con ello buenas o malas intenciones. En verdad, me da realmente igual si hay gente que se mete solo para ver lo que escribo y luego poder hacer comentarios negativos en contra de mi persona. De hecho, me agrada ser consciente de que hay gente que se aburre tanto que lo hace, pues no pensaba que yo fuese tan importante como para que estuviesen tan pendientes de mí, pero gracias, me sube la poca autoestima que tengo. Pero en fin, prefiero agradecerle a esas personas que sí se meten porque les gusta o muestran interés por algunas cosas que comento.

Como pone en mis datos personales, soy una persona con muchas cosas que decir pero sin nadie que me escuche. A priori, lo que pueda decir alguien que forma parte de esa "alocada juventud" no tiene nada interesante que decir, ni tiene ni voz ni voto. Pero creo que no es así, tal vez se tenga una mala concepción de los jóvenes por unos pocos que no saben diferenciar "haber" y "a ver" y que llevan un estilo de vida basado en la juerga constante. Gracias por hacer posible que en estos últimos meses sienta que al menos hay individuos que me leen. :)