29 ago 2013

El día en el que hubo vida en la Luna



Durante la última semana del mes de agosto de 1835, el periódico The New York Sun publicó en una serie de artículos los supuestos hallazgos obtenidos, gracias a un novedoso telescopio, por John Herschel, el astrónomo más respetado y famoso de su época. Dicho instrumento que Herschel había empleado durante un viaje que realizó a Sudáfrica, le había permitido contemplar con detalle lo que “escondía” el satélite natural. Así pues, describió la topografía lunar que incluía bosques, cráteres, enormes lagos, océanos y playas. También hablaba de bisontes y unicornios azules que recorrían las praderas lunares, ¡todo un placer para las mentes más fantasiosas y creativas! Sin embargo el momento cumbre de la supuesta revelación todavía estaba por llegar.


El 28 de agosto de 1935, en uno de los artículos sobre la vida en la Luna, los lectores del diario se impresionaron en gran medida al poder leer la descripción de cómo era la vida en la Luna. Al parecer, se contaba detalladamente a una tribu de hombres con alas de murciélago, nombrados por el astrónomo como vespertilio-homo,y que además vivían en cabañas bien construidas y conocían el fuego. No obstante, cuando el interés de los lectores iba in crescendo, se comunicó en el medio que el famoso telescopio había sufrido daños por exponer el lente al sol, de forma que a partir de ese momento ya no podrían seguir observando a la tribu.
*Reproducción de la descripción de la vida en la Luna


Llegados a este momento, hubo muchas piezas que no encajaban, por lo cual, se supo rápidamente que toda esa historia ilusoria se trataba de un mero  fraude con el que el periódico había aprovechado para elevar sus ventas hasta límites desproporcionados. Y es que, como dice el refranero, “se pilla antes a un mentiroso que a un cojo”.A los neoyorquinos les deslumbró tanto este hallazgo que las ventas pasaron de 8.000 a casi 20.000 ejemplares, convirtiéndose el The New York Sun durante unas semanas en el periódico de mayor tirada de todo el mundo, superando al londinense The Times, que tenía una tirada de 17.000 ejemplares.


Sin embargo, el medio de comunicación  jamás asumió públicamente que esa noticia fuera un engaño. Tampoco su presunto autor, Richard Adams Locke, lo admitió. Pese a esto último, todo parece apuntar a que esa magnífica mentira fue obra de su brillante imaginación ilimitada. Pero, ¿qué paso con Herschel, el creador del polémico telescopio? Lo cierto es que se enteró tiempo después del gran boom informativo. La primera vez que le contaron la historia acabó riéndose, pero, finalmente, terminó bastante molesto y harto de recibir millones de cartas de lectores de todo el mundo que le pedían más detalles de sus supuestos descubrimientos.


 *imagen sacada de http://xenophilius.files.wordpress.com/2010/03/great-moon-hoax-1835-new-york-sun-lithograph-298px.jpg