26 ago 2013

Un claro ejemplo de superación


Bethany Meilani Hamilton, ¿la conoces? Puede que quizás, a priori, no caigas en quién es, así que otra pista: ¿has visto la película Soul Surfer? Si aún así sigues sin saber de quién hablo, tal vez si pueda ayudarte saber que es la surfista hawaiana que, en aquel fatídico 31 de octubre del 2003, fue atacada por un tiburón tigre en la playa de Kauai, perdiendo, en consecuencia, su brazo izquierdo y , aproximadamente, el 60% de su sangre. Desde que me enteré de tal suceso, ya hace un par de años, me atrajo mucho su historia y decidí indagar en ella y averiguar qué haría de ahora en adelante. Hoy, diez años después, quiero compartir su historia, que puede resumirse como un ejemplo de superación y motivación.

Los padres de Hamilton eran surfistas, motivo que explica que su infancia estuviese caracterizada por este deporte acuático y que sus progenitores le enseñasen, a una temprana edad, a realizarlo correctamente. Fue a los 8 años cuando participó por primera vez en un torneo, el Rell Sun, ganando a sus oponentes. Con el transcurso del tiempo, siguió interviniendo en diversas competiciones, saliendo siempre victoriosa. Al ganar el vigésimo tercer campeonato anual Haleiwa Menehune, consiguió un importante patrocionador, Rip Curl, que la ayudaría con sus metas de convertirse en una surfista profesional. Sin embargo, a partir de ese momento, todo en su vida daría un giro inesperado de 360º. El 31 de octubre del 2003, fue a surfear por la mañana a una playa de Kauai con sus amistades, a unos 300 metros de la costa. Cuando estaba acostada en su tabla con el brazo izquierdo bajo la superficie del agua, un tiburón tigre la atacó de forma inmediata y, como resultado, le hizo perder su brazo izquierdo y alrededor del 60% de su sangre. Sus compañeros la llevaron rápidamente al hospital más cercano. ¿Qué pasaría, a continuación, tras este horrible accidente?

*Bethany Hamilton y la tabla con la que sufrió el accidente
A pesar de los efectos traumáticos que le supuso, Hamillton estaba resuelta a regresar al surf. De hecho, con tan solo 10 semanas después del incidente, volvió a surfear, adaptando, para ello, una tabla elaborada a mano, un poco más gruesa de lo normal, y, llegó a aprender a nadar con un brazo. Tras mucho esfuerzo, porque en la vida poder alcanzar una meta que te propongas es algo arduo y laborioso, comenzó a surfear completamente, participando de nuevo en campeonatos y, como no, ganándolos. En 2004 Bethany escribió su autobiografía Soul Surfer: A True Story of Faith, Family, and Fighting to Get Back on the Board ("Alma de surfista: Una verdadera historia de fe, familia y lucha para regresar a la tabla"), que daría origen al cortometraje Heart of a Soul Surfer, realizado por Becky Baumgartner en 2007, en el que ella misma terminaría doblando las escenas de surfeo.

Hubiese sido demasiado fácil que Bethany Hamilton se dejara dominar por el desánimo y la negatividad antes de intentar rehacer su antigua forma de vida. En lugar de pensar que nada volvería a ser como antes y resignarse a abandonar su trayectoria profesional, demostró al mundo que con esfuerzo, tesón y disciplina puede lograrse todo aquello que te propongas. He escogido, como he dicho, la experiencia de Hamilton como ejemplo, ya que es bastante conocida. No obstante, no es difícil ignorar a todas las personas de nuestro alrededor que, de manera similar, vienen a demostrar lo mismo. Hay personas y héroes anónimos que cada día luchan por vencer enfermedades, malos y nocivos hábitos, que se esfuerzan por cumplir sus "inalcanzables" objetivos, que pretenden ayudar a los demás desinteresadamente, etc.

He escuchado en varias ocasiones a gente que dice "eso es imposible, nunca voy a lograrlo", y tiran la toalla antes de, incluso, haberlo intentado lo suficientemente. Creo que esas famosas palabras son fruto de inmaduras excusas y justificaciones para no luchar por lo que verdaderamente deseas, puesto que sabes que para conseguirlo tienes que esmerarte hasta llegar a límites insospechados. Pero temo decir que ese es el coste de oportunidad de lograr tus finalidades. Nada en esta vida es sencillo, y más en estos tiempos turbulentos donde los problemas tienen el papel protagonista de la película. Pero, de vez en cuando, es bueno recordar que lo imposible no existe, y que, por lo tanto, dicha palabra no tendría que estar presente en nuestro vocabulario habitual. En lugar de invertir tiempo intentándonos convencernos a nosotros mismos de que no somos capaces de vencer algún obstáculo, ¿por qué no intentamos erradicarlos y buscar la solución? Quizás si no tiras la toalla, el tiempo te sorprenda.

*Imagen sacada de http://motionmagazine.com.au/bethany-hamilton-soul-surfer/