17 abr 2013

Cobertura de los medios a los atentados


Como a estas alturas sabréis, lo que iba a ser un simple maratón en Boston, una señal de identidad de esta histórica ciudad, ha terminado convirtiéndose en un horrible atentado terrorista ,que ha ocasionado un gran número de víctimas, tanto heridas como fallecidas. Podría dedicar esta entrada a criticar actos tan repulsivos e indignantes que el ser humano es capaz de llegar a efectuar, pero los individuos, si es que pueden llamárseles así, que están detrás de estas horribles y planificadas tragedias no merecen ni el más mínimo protagonismo en este blog, y denunciar tales episodios me llevaría un buen número de páginas y sería digno de tesis doctoral. Así que voy a concentrarme en la repugnante cobertura que algunos medios de comunicación están dándole a la catástrofe citada en Boston.
 ¿Para transmitir información hace falta recrearse en el dolor de las víctimas de un atentado? ¿Es necesario la publicación de imágenes cuyo contenido puedan herir la sensibilidad de las víctimas y de sus familiares? Claro que no. Y no es algo que opine exclusivamente yo, pues el Estatuto del Periodista Profesional, que está en fase de tramitación en las Cortes, establece en lo referente al código deontológico de los profesionales de los medios que estos han de respetar el derecho de las personas a su propia intimidad e imagen, especialmente en casos o acontecimientos que generen situaciones de aflicción y dolor, evitando la intromisión gratuita y las especulaciones innecesarias sobre sus sentimientos y circunstancias, especialmente cuando las personas afectadas lo expliciten así (artículo 10). Además, en su artículo 13 se indica que hay que observar especial cuidado en el empleo de imágenes que, por su crueldad, puedan dañar la sensibilidad del público. Se evitará, especialmente, la utilización morbosa y fuera de contexto de estas imágenes, sin que ello justifique la ocultación de los elementos esenciales de los hechos noticiosos, como guerras, atentados, accidentes u otros semejantes.  
         
¡Qué irónica es la "existencia" de los códigos deontológicos en algunos medios de comunicación! Lo que vende es el morbo, las imágenes que impacten al espectador, sin importar su grado de crueldad. De este modo, parece que repetir contenidos despiadados se ha convertido en una religión que aporta multitudinarios beneficios económicos...Defiendo este tipo de contenidos cuando con ello se pretenda denunciar públicamente algo. Por ejemplo, sería eficaz mostrar imágenes en las que las autoridades golpean ferozmente a los manifestantes que quieren reivindicar sus derechos. Pero, claramente, el empleo de tales materiales audiovisuales tiene un límite, y no tienen que repetirse diariamente a todas horas.
Pero, particularmente, considero que no es lícita la utilización de imágenes brutales en las que los medios se recrean del dolor y sufrimiento de las víctimas de atentados terroristas o desastres naturales. ¿Qué propósito tiene la publicación de una imagen  en la que se aprecia una pobre víctima mutilada tras una explosión? ¿es de interés general?, ¿podría darse la información de manera similar sin proporcionar detalles tan sádicos que hieran la sensibilidad del espectador y los protagonistas del suceso? Algunas empresas informativas no piensan en el daño que pueden causar con el tratamiento de los acontecimientos, o no quieren darse cuenta de ello para obtener ganancias. 

Es lamentable ver como la prensa seria se está transformando cada vez más en un circo mediático, en el que los espectadores disfrutan viendo los padecimientos de sus víctimas y exigiendo la visualización de barbaridades para satisfacer ese instinto tan encarnizado que define al perfecto sujeto inhumano. Para que luego digan que el hombre es el animal más racional...