24 abr 2013

Fenómeno grupi


Puedo entender, si me esfuerzo mucho, en el fenómeno groupie aplicado a los personajes famosos. Sin embargo, me resulta inexplicable el por qué algunas personas se convierten en una especie de groupies, fans,acopladas, obsesivas y un tanto psicópatas de gente sin relevancia pública y que son un tanto introvertidas y bordes. Tal vez todo tenga su lógica y explicación, basándose en el interes y otros factores, pero, en mi caso, tener este tipo de personas obsesivas me agobia muchísimo, y eso que a lo largo de mi vida he tenido tan solo tres. ¿Quieres conocer mi desgraciada historia sobre el acoplamiento al que me he visto expuesta?

De buena soy extremadamente tonta. Soy incapaz de decirle a alguien "lárgate de aquí, que me pones histérica y, además, no te soporto". Pese a mi fama de borde, no puedo tratar mal a alguien de forma premeditada, pues suelo ponerme en el lado de la otra persona y pensar cómo me sentiría en su lugar. Para colmo, cuando llego al límite de la exasperación y acabo diciendo de forma exagerada e irritada todo lo que siento en voz alta, no puedo evitar sentirme, al momento, mal. En consecuencia, me disculpo rápidamente y me castigo a mí misma, sintiéndome culpable, por decir todo lo que realmente pienso. Aunque no lo parezca, esto es un gran problema, y soy consciente de que tengo que aprender a ser totalmente sincera a pesar de que mis comentarios puedan herir la sensibilidad de terceros.

Mis tres "groupies" tienen cosas en común: piensan que forman parte de mis amistades más cercanas, me siguen allá a dónde voy, se ríen de todas mis gracias (por muy malas que sean), repiten como loros  lo que sale de mi boca, quieren enterarse de todo lo que hago o digo y no me dejan ni un maldito minuto en paz, pese a que les diga que quiero estar sola en determinados momentos. Y todo esto porque en un primer momento, cuando les conocí, fui agradable.

Creo que en la vida todo tiene que tener un límite, y este tipo de acoso también. Lo más triste de todo es que en mi afán de lanzar indirectas para que se den cuenta de que no soy tan sociable como parezco, intento ser lo más borde que puedo, de hecho, a veces interpretando un papel de susceptible, malhumorada e ingreída que pienso no ser en realidad (deberían darme un Goya por lo menos). Pero de nada sirve, pues al parecer prefieren o ignorar mis indirectas o, directamente, no saben pillarlas. Como he dicho antes, me cuesta muchísimo decir algo directo que pueda hacer sentir mal a alguien, y estoy segura de que estas personas se aprovechan de mi debilidad para acoplarse más y más, siendo perfectamente conscientes de mi desagrado hacia ellas.

Aunque a priori pueda parecer anecdótico y surrealista, es fatigante tener a una persona que te vigile frecuentemente. Cuando hablo con alguien, esa persona aparece casualmente y se mete en la conversación sin pedir permiso ni nada. Si digo que tengo ganas de ir al baño, me persigue, y no pudo evitar que me venga a la cabeza esa famosa escena de Psicosis y su banda sonora. También, a la hora de estar quedando con alguien, de repente no sé cómo su radar se entera y viene corriendo y se acopla. Por no citar lo frustrante que es que diga, por ejemplo, "me gusta X" o "me duele la cabeza" y que esa persona, inexplicablemente, sienta lo mismo y me lo transmita. ¡Vamos, qué casualidad más grande! (nótese mi ironía, por favor).
 
 No tengo la más mínima idea del objeto de esta entrada. Puede que me esté desahogando, o tal vez mi subconsciente está mandando indirectas a todas las personas que acosan hasta límites insospechados. Lo que sé es que el día que se me crucen los cables va a ser todo muy triste...